Con la llegada del otoño empiezan los cambios de temperatura, y con ellos aparecen las afecciones de las vías respiratorias, que serán más suaves si tenemos bien preparadas nuestras defensas.
FACTORES QUE DEBILITAN EL SISTEMA INMUNE
Ya sabemos que la principal función del sistema inmune es la defensa del organismo, por ello es conveniente recordar los motivos que hacen que nuestro sistema inmune se debilite:
-Alimentación: una dieta inadecuada, carencias nutricionales, exceso de grasas saturadas y azúcares refinados afectan al sistema inmune. Es importante un aporte adecuado de grasas, glúcidos y proteínas de calidad. A veces hay carencias subclínicas de micronutrientes que se resuelven con la complementación adecuada.
-Hábitos y estilo de vida: el sedentarismo, el tabaco, el alcohol, condiciones de higiene no adecuadas.
-Ambiente: factores como la época del año, el sobrepeso, la exposición a contaminantes.
-Estrés, ansiedad, depresión, alteración del estado de ánimo, hacen que haya mayor riesgo de infecciones.
-Sueño, falta de descanso: hay que tener en cuenta tanto la cantidad como la calidad del sueño.
-Edad, contra esto no podemos luchar, pero sabemos que hay grupos especiales de riesgo como son los niños y los mayores, que deben cuidarse más.
SIGNOS QUE INDICAN UNA BAJADA DE DEFENSAS
También es importante detectar cuando hay una “bajada de defensas”:
-Si hay recurrencia de res-friados o cronificación de los mismos.
-Personas jóvenes con herpes labial recurrente, con períodos frecuentes de estrés por estudios o trabajo y/o mala alimentación.
-Personas con candidiasis recurrentes.
-Personas con patologías crónicas como sobrepeso, diabetes, hipertensión arterial.
COMPLEMENTOS QUE AYUDAN A NUESTRAS DEFENSAS
En algunos casos es necesaria la complementación con por ejemplo:
-Vitamina C: las dosis reco-mendadas son de 1 a 3 gramos al día. El uso de suple-mentos que la contengan en personas con dietas bajas en la misma, tiene un efecto terapéutico profiláctico, reduciendo los síntomas y la duración de las infecciones leves del tracto respiratorio superior. También puede ser útil para reducir el riesgo de infecciones en personas expuestas a estrés físico intenso. Muy recomendable en fumadores.
Afecta a varios componentes del sistema inmune, tanto de la respuesta innata como adquirida, apoya la función de las barreras epiteliales, parti-cipa en la formación de las células inmunitarias y anticuerpos, y ayuda a aumentar los niveles de interferón, que impide la replicación de los virus.
Además, de su efecto antioxidante, deriva también su acción antiinflamatoria, por tanto es útil tanto en infeccio-nes agudas como crónicas.
-Zinc: su déficit está asocia-do a una mayor incidencia de infecciones. Es un oligoelemento cofactor imprescindible en la respuesta inmune, por ejemplo, se ha visto que la suplementación con zinc reduce la duración del resfriado común y también es eficaz en infecciones de tipo vírico, porque inhibe proteínas que necesitan los virus para su replicación.
-Uña de gato: aunque el nombre se las trae, nos referimos a una planta usada tradicionalmente como inmunoestimulante, antiinflamatoria, y con acción antiviral, ya que impide la entrada del virus en la célula para replicarse.
-Própolis o propóleo: es un producto elaborado por las abejas que se purifica para hacerlo hipoalergénico. Es conocido como el “antibiótico” natural por la acción de los bioflavonoides que contiene, especialmente la galangina. También tiene cierta acción antiviral y antifúngica.
En ocasiones, más que recurrir a los complementos para subir las defensas, lo ideal es cambiar los malos hábitos que nos causan la bajada de defensas, estamos a tiempo, prepara tu organismo para que el frío que no te afecte!!!